Laujar de Andarax, situado a 65 kilómetros de Almería, es considerado como la capital de la Alpujarra almeriense y uno de los pueblos más interesntes y de más rica historia de la provincia de Almería. Laujar de Andarax se halla al pie del cerro de Almírez y enclavado entre la Sierra de Gádor y Sierra Nevada, justo donde nace el río Andarax al que debe su nombre.
Laujar fue corte de reyes independientes durante la dominación árabe. También fue la última residencia, antes de viajar a Africa, de El Zagal, el último rey de la Almería musulmana. Asimismo, después de la rendición del último rey nazarí Boabdil, los Reyes Católicos le entregaron este pueblo como lugar de residencia de por vida.
En 1568, Fernando Válor, que se había cambiado su nombre por el Abén Humeya, se proclamó a sí mismo rey de Córdoba y Granada, y fijó su capital en Laujar. Poco después, encabezó una rebelión morisca contra Felipe II, sofocada por don Juan de Austria, y que se saldó con la muerte de Abén Humena y la expulsión de los moriscos.
Laujar de Andarax mantiene el antiguo trazado árabe y parte de su arquitectura popular. Los dos barrios mejor conservados con el de la Alcazaba y el de El Calvario. Reúne las características tradicionales de lo alpujarreño, como el culto al agua, como demuestran las dieciséis fuentes (San Antonio, El Seco, Maturana, Calvario, San Blas, Barandilla, …) que se encuentran en el pueblo, la agricultura del viñedo y el aprovechamiento al máximo de la tierra.
Empezamos la ruta por la Plaza Mayor de La Alpujarra. Se trata de la plaza del pueblo y hay que probar el agua de la fuente del Pilar de los Cuatro Caños, construida en 1684, justo al lado se puede ver la fachada del Ayuntamiento de 1792. En esta misma plaza, hay un mirador con preciosas vistas y una biblioteca municipal.
En cuanto a los monumentos religiosos, sobresalen la iglesia de la Virgen de la Encarnación, del siglo XVIII, de estilo mudéjar y con un impresionante retablo; y el convento de San Pascual Bailón, compuesto de iglesia y casa-convento.
A 3 kilómetros al norte de Laujar se halla el Nacimiento del río Andarax. Allí hay un área recreativa con mesas, bancos, juegos infantiles y un bar. Además, los miradores del río Andarax y de la Vega muestran un bellísimo paisaje.
Por último, en las tiendas del pueblo se encuentran trabajos de esparto, talabartería y artesanía en madera, así como vinos blancos, tintos y rosados de Laujar de Andarax.
Foto vía Panageos