Puigcerdá es la capital histórica de la comarca de la Cerdanya, en la provincia de Girona. Se encuentra junto a la ribera de río Segre, a unos 1.200 metros sobre el nivel del mar, y muy cerca de la frontera francesa. Está a 90 kilómetros de Girona y 157 de Barcelona. Con unos 8.500 habitantes es una población de aspecto moderno que disfruta de una tranquilidad especial.
El Campanario de Santa María es el símbolo de Puigcerdà. Se trata de todo lo que quedó, tras la Guerra Civil española, de una iglesia del siglo XII y reconstruida en el XIV, cuando se añadió el campanario. Tiene 35 metros de altura, planta cuadrada y cuerpo octogonal.
Al lado, en la Plaça dels Herois, se verá un obelisco de mármol rojo levantado para conmemorar a los caídos en la defensa de la ciudad durante las guerras carlistas.
Otro lugar destacado es la iglesia parroquial de Santa María, antiguo templo del convento de dominicos, que fue almacén, cárcel y juzgado. De estilo gótico (y una sola nave), fue erigida en 1288 y en el siglo XV se le añadió la portada de mármol. En su interior conserva unos frescos góticos atribuidos a Guillem de Manresa, que representan escenas de la vida de San Pedro Nolasco y de la Crucifixión de Cristo.
Otros monumentos religiosos interesantes de Puigcerdà son la iglesia Nostra Senyora de Gràcia, capilla construida a finales del XV y reformada en varias ocasiones tras ser atacada por los franceses, y el convento del Sagrat Cor, convento carmelita levantado a finales del XIX y desocupado en 1982, alberga las dependencias del Museu Cerdà.
Por otro lado, Puigcerdà cuenta con un rico patrimonio artístico civil. La Plaça Mayor, también llamada Plaça de Cabrinatty, presenta un trazado que puede corresponder al patio de armas de la desaparecida fortaleza; aquí se levantan las casas renacentistas de las familias Cadell y Descatllar. El Ayutamiento es un edificio de origen gótico (finales del siglo XIII) que fue pasto de las llamas en 1938. Por último, el Hospital, aunque su aspecto actual no permite apenas apreciarlo se trata de una obra levantada a finales del siglo XII con un estilo de transición entre románico y gótico.
Finalmente, hay que ver el puente de Sant Martí entre los municipios de Puigcerdà y Guills de Cerdanya que data del siglo XIV y es el puente gótico mejor conservado de la comarca. Y merece la pena contemplar el lago de Puigcerdà, un embalse de 2,28 hectáreas excavado en el año 1310 para regar las tierras de cultivo.
Foto vía Niumba