Este trayecto nos permitirá disfrutar de la biodiversidad de la región murciana, desde el único resto de bosque caducifolio existente en la comunidad, en la vega agrícola de Calasparra hasta el paisaje luna de El Valle, muy cerca de la capital.
La ruta comienza en Calasaparra, una población arrocera a orillas del río Segura, donde podemos disfrutar de la exuberante vegetación que conforma el bello bosque de la ribera.
Luego, bordeando la sierra de San Miguel, llegamos a Moratalla, preciosa localidad de empinadas calles con numerosas construcciones de interés, entre las que sobresale la magnífica Torre de Homenaje de su castillo.
A renglón seguido, de camino a Caravaca conviene hacer un pequeño descanso en el bello paraje conocido como las Fuentes del Marqués. Después, llegamos a Caravaca de la Cruz. Tras un recorrido por su casco monumental, podemos adquirir en sus acreditadas joyerías reproducciones de la famosa cruz de doble brazo que se la apareció al rey moro Ceit Abuceit en el siglo XII.
Seguimos la ruta hacia una de las localidades más interesantes del interior murciano, Cehegín, con un casco medieval declarado Conjunto Histórico-Artístico y punto de partida para realizar excursionse a zonas naturales de gran belleza como la Hoya de D.Gil, el Coto Real y el Refugio.
Desde Bullas, tierra rica en vinos, y en la que se elaboran unas deliciosas torrijas, se alcanza Murcia, finalizando nuestro recorrido en las estribaciones de la sierra de Carrascoy. En esta sierra se ubica el Parque Natural de El Valle, espacio con un abrupto paisaje de ramblas y barrancos, especies vegetales como el palmito y el esparto, y donde podremos visitar el santuario de Nuetra Señora de Fuensanta, patrona de Murcia.
Por lo tanto, os recomiendo realizar esta ruta de 119 kilómetros por el interior de Murcia. Un paseo que os enganchará de principio a fin.
Foto vía Viajes y Turistas