El Valle de los Caídos es un monumento erigido ente 1940 y 1959. Francisco Franco lo concibio con un icono para honrar a los héroes y mártires de la Cruzada; luego con el transcurso de los años se le dio una dimensión más religiosa y espiritual. Se hala a unos diez kilómetros del Monasterio de El Escorial sobre el precioso paraje del valle de Cuelgamuros, y a 58 kilómetros de Madrid.
En el Valle de los Caídos, se halla enterrado Franco junto con José Antonio Primo de Rivera, fundador de la Falange Española, así como 33.872 cadáveres de los dos bandos de la Guerra Civil (nacionales y republicanos) procedentes de varias fosas comunes.
El Valle de los Caídos es un híbrido de panteón, monasterio y mausoleo. La iglesia se excavó en el costado de la montaña, una cripta de 22 metros de ancho y el doble de alta, rematada en bóveda de medio cañón, con capillas laterales y al fondo un ensanchamiento rematado en una cúpula.
La cruz monumental tiene por pedestal la montaña misma y mide 150 metros de altura. Pesa cerca de 45.000 toneladas de hormigón y 8.000 de hierro, descansa sobre un pedestal formado por las esculturas colosales, de 18 metros de altura, de los cuatro evangelistas, obra de Juan de Avalos. En el entronque con la cruz aparecen las virtudes de la prudencia, justicia, fortaleza y templanza, a 16 metros de altura.
A medio camino entre la entrada del Valle de los Caídos y la explanada, aparecen cuatro grandes cilindros, de granito, de 11,50 metros de altura y 1,50 metros de diámetro cada uno y un peso de 47 toneladas, los “Juanelos”, así llamados en memoria del ingeniero italiano afincado en Toledo, Juanelo Turriano, que los hizo tallar con destino a El Escorial.
En los últimos tiempos, se están debatiendo el futuro del Valle de los Caídos. Actualmente, se ha regulado que este lugar sea solamente un lugar de culto religioso y no sea usado para ningún acto político.
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