A Jaén se la conoce como la Ciudad del Santo Reino. Y a fe que, cuando la visitas, te imaginas que durante la época musulmana debió de serlo precisamente. Un Santo Reino que duró hasta 1246, cuando Fernando III la reconquistara para las tropas cristianas.
Desde entonces y hasta ahora Jaén ha vivido siempre protegida por su maravilloso Castillo de Santa Catalina, que hoy en día alberga el Parador Nacional de Turismo. Si queréis daros un pequeño capricho, es un enclave perfecto para vivir como en aquel Santo Reino musulmán. Si no es así, las vistas nocturnas que desde el centro histórico de Jaén se tienen del castillo son preciosas.
El paseo por la ciudad lo podríamos comenzar sin duda en la Plaza de Santa María, corazón de Jaén. Allí se levanta desde mediados del siglo XVI la catedral de la ciudad, construida como muchas otras sobre la antigua mezquita. Fijaros en sus dos torres, de más se sesenta metros de altura.
Si queréis pasar al interior, no perderos la Capilla Mayor, que alberga la reliquia de la Santa Faz, el pedazo de tela con el que, según cuenta la tradición, la Verónica limpió el rostro de Cristo cuando éste iba camino del Calvario. De paso pueden dar una vuelta por la sacristía, la sillería del coro del siglo XVI, y el Museo Catedralicio.
Como antigua ciudad musulmana, el laberinto de callejuelas del centro histórico de Jaén nos ofrece una cantidad interesante de rincones. Empezando por el Palacio Arzobispal y el Monasterio de Santa Teresa. Si sois amantes de los libros antiguos, como yo, en este monasterio se guarda un ejemplar manuscrito del Cántico Espiritual de San Juan de la Cruz.
Hay otros edificios de gran interés en Jaén, como las iglesias de la Merced, San Bartolomé, San Andrés, la Magdalena y San Juan, así como el Monasterio de Santa Clara y el Convento de Santo Domingo. Sí me gustaría que os detuviérais en la Iglesia de San Andrés para visitar la Capilla de la Purísima, con una preciosa talla de la Virgen del Pópulo.
Para terminar la visita podéis pasaros por los palacios de Villardompardo y el del Condestable, para concluir en el Museo Provincial, uno de los mejores museos de España de arte ibérico, además de obras andaluzas de los siglos XVI y XVII.
Como véis, Jaén bien podría ser una escapada perfecta de fin de semana. Dejaros llevar por el embrujo de la capital del Santo Reino, y disfrutadla.
Foto Vía Women’s Lens
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Bonita imagen, pero hay que aclarar que es de Alcalá la Real, un pueblo de Jaén, y el castillo es la Fortaleza de la Mota.
No dejéis de visitarla.
Efectivamente se trata de Alcalá la Real, con su fantastico castillo y la iglesia al lado, que por cierto, esta muy bien como la han dejado por dentro.