Uno de los principales atractivos de Madrid son sus compras. En la capital de España, el turista puede comprar todo tipo de cosas y disfrutar haciendo shopping. Uno de estos lugares más destacados es la calle Fuencarral que se haya en el centro de Madrid.
La calle Fuencarral arranca en la calle Gran Vía y concluye en el Glorieta de Quevedo después de cruzar los barrios de Chueca, Malasaña, Trafalgar y Arapiles. Sobresale por ser una de las calles más comerciales y cosmopolitas de la capital de España.
La calle Fuencarral se ha convertido en un centro comercial y cultural en los últimos tiempos. En la década de 1990, la zona estaba repleta de comercios tradicionales y cafés. En 1999, se inauguró el Mercado de Fuencarral.
A lo largo del siglo XXI, las sugerentes tiendas y los modernos restaurantes se apoderaron de la calle y en el 2009 se peatonalizó, eliminando el tráfico de vehículos en la mayoría de su recorrido.
La zona ha pasado de ser una ruta no muy concurrida, e incluso en algunos tramos no recomendable, a un hito turístico de Madrid. A cualquier hora del día, el paisaje urbano es sorprendente. Se trata de uno de los lugares donde uno puede calzar medias de rayas de colores o lucir un sombrero sin sentirse centro de todas las miradas.
Si uno cruza esta calle desde la Gran Vía se encuentra, entre otras, con la colorista tienda de Adolfo Domínguez dedicada a su línea joven; la sofisticada Homeless; los últimos colores en carmines o maquillajes de MAC; los vaqueros de la firma italiana Diesel; las coloristas camisetas de Custo Barcelona; los atuendos deportivos de Puma; los piercing y los tatuajes en Tatoo Magic; y muchos establecimientos más.
Asimismo, se tiene que visitar el Mercado de Fuencarral, decorado por Nacho James a base de hierro y psicodelia. Además de sus tiendas, merece la pena tomarse algo en la cafetería del centro.
Finalmente, se puede visitar el Museo de Historia, anteriormente conocido como Museo Municipal. Se halla en la calle Fuencarral, 78. Se encuentra ubicado en uno de los edificios menos conocidos del barroco churrigueresco: el antiguo hospicio dedicado a recoger a vagos y mendigos y cuya fachada fue diseñada por Pedro de Ribera en 1722.
Foto vía Eduardomania