Os planteo una ruta para conocer uno de los territorios que ya poblaron los celtíberos dándole el nombre de Segontia (la que domina el valle). El camino permite descubrir restos del intenso pasado de la región a través del Castillo de Sigüenza (actualmente funciona cmoo un Parador de Turismo), el Castillo de Palazuelos (una fortificación de una noble villa), el Castillo de los Obispos seguntinos (Castillo de Riba de Santiuste) y el Castillo de Atienza (donde combatió El Cid).
Todos estos castillos se encuentran enmarcados en un paraje impresionante en torno al Parque Natural del Barranco del Río Dulce. Conozcamos estos castillos castellano-manchegos.
1º. Castillo de Sigüenza:
Es una antiguamorada de nobles en el pasado que actualmente es un soberbio Parador de Turismo. Sigüenza, que en la época romana fue un destacado eje de comunicaciones, durante la ocupación visigoda incrementó en número de habitantes de forma tan importante que contó con representación episcopal propia en el Concilio de Toledo del año 589. El Castillo fue uno de sus máximos símbolos.
2º. Castillo de Palazuelos
Es una imponente fortificación de una pequeña y noble villa. La familia de los Mendoza fueron los amos de esta villa que cobró una especial relevancia por esta fortificación. A mitad del siglo XV, fue levantada por mandato d el marqués de Santillana y su hijo Pedro Hurtado de Mendoza.
3º. Castillo de Riba de Santiuste:
Se trata del castillo de los obispos, desafiante y vigilante que se halla sobre el valle del río Salado. Esta fortaleza se alza sobre una aguda ladera del valle del río Salado, acceso natural entre ambas mesetas castellanas, donde los árabes levantaron un soberbio punto defensivo.
4º. Muralla y Castillo de Atienza:
Este lsitio fue descrito por el Cid Campeaodaro como “Peña mui fuert”. El origen de esta villa es bastante antiguo, presentando pruebas arqueológicas que avalan la existencia de un gran castro de la época de los celtíberos. Después, su muralla y su castillo se hicieron famosos.
Foto vía Espadas y Dragones