Idiazábal es un singular pueblo de la provincia de Guipúzcoa (País Vasco). Se encuentra a 47 kilómetros de San Sebastián. Para muchos, pronunciar la palabra Idiazabal es remitirse de manera inmediata al sabor de un queso intenso, que llena la boca con aromas de leche de oveja, de humo y de pastos frescos de las montañas vascas.
Así, Idiazábal es la sede actual de la asociación de pastores que agrupa a los productores de queso de la Denominación de Origen Queso de Idiazábal.En el pueblo del que toma nombre este queso, se puede aprender mucho de él, pero también hay varios monumentos remarcables que avalan la visita turística.
El Centro de Interpretación del Queso de Idiazabal ha tomado como hito de la visita a un personaje encarnado por un ratón llamado Izal. De su mano, los visitantes conocerán todo sobre la historia de este producto. Así, descubrirán las pocas variedades de quesos de oveja que se producen en la Península Ibérica hoy en día.. La visita incluye una cata en una quesería cercana así como la venta de varios productos relacionados con el queso.
Por otro lado, en este pueblo vasco, existe un céntrico monumento al pastor. Pero, además, en su casco urbano merece la pena detenerse en la visita de la iglesia de San Miguel, que cuenta con un portada romanica espectacular. El templo está compuesto por tres naves, y el retablo del altar mayor está hecho totalmente con madera de nogal.
Además, el casco urbano de Idiazabal está repleto de casas señoriales, pero, sobre todo, de indianos, personas de esta localidad que viajaron América durante los siglos XVIII y XIX y que regresaron con suficiente dinero como para construirse viviendas de gran belleza y estilo refinado.
Por último, las ovejas latxas, con sus características lanas que llegan hasta el suelo, pastan tranquilass por los prados cercanos a la elevada ermita de Gurutzeta, desde donde se obtiene una bonita vista del valle.
Foto vía Non Serviam