La denominada «isla chiquita» es la más pequeña del archipiélago canario, con sólo 277 kilómetros cuadrados, y está situada en la parte suroccidental, al sur de La Palma y al suroeste de La Gomera. Se alza sobre un macizo de origen volcánico y posee un litoral de grandes acantilados y costas rocosas que favorecen la práctica del submarinismo.
La isla de Hierro no es de la mas visitadas de Canarias, pero sorprenderá a quien se decida viajar allí. Por ejemplo, podrá disfrutar de su sencilla, pero variada gastronomía; con su tradicional artesanía de lana y algodón; sus playas; y sus vestigios históricos-culturales.
Valverde de Hierro es la capital de la isla y está enclavada en la zona nororiental de la misma, al pie del aeropuerto de Los Cangrejos. Se encuentra literalmente «colgada» sobre un acantilado de origen volcánico.
En Valverde de Hierro, sobresale su iglesia de la Concepción, edificada en el siglo XVIII y retocada en el XIX. Se trata de un templo de tres naves contrafuertes exteriores y una original torre que constituye un excelente mirador. Más antigua es la ermita de Santiago, antigua sede parroquial.
A ocho kilómetros se halla Guarazoca, pequeño pueblo que conservar en buen estado un conjunto de casas con techos de paja de cereales. Allí hay que visitar el mirador de la Peña. Más al sur se encuentra Las Montañetas, una antigua aldea herreña y San Andrés.
Frontera es el otro gran municipio herreño. En ella, llama la atención la iglesia de la Virgen de la Candelaria del siglo XVII, aunque fue reconstruida en 1929. Sobre el monte, se alza la torre-campanario. Asimismo, en Frontera, se halla el tagoror de El Julán y los petroglifos más importantes de la isla.
En los extremos meridional y nororiental de la isla están, respectivamente, la punta de los Saltos, junto al núcleo de La Restinga, y Punta Orchila. Su faro de las Rutas Atlánticas, inaugurado en 1933, es la primera luz de tierra que ven los navegantes a su regreso de América.
Foto vía Viajeros