La isla de Tabarca es una pequeña isla (1.800 metros de longitud máxima y una anchura que no supera los 450 metros) del mar Mediterráneo que se halla a unos 22 kilómetros de Alicante, a 8 kilómetros del puerto de Santa Pola y poco más de 4 kilómetros del cabo de Santa Pola. Es la única isla habitada de la Comunidad Valenciana.
Es un lugar ineludible si uno viaja por la Costa Blanca debido a interesante conjunto arquitectónico y una buena oferta gastronómica, además de un entorno marino excepcional, objeto de especial protección.
La isla de Tabarca fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1964. El poblado posee un gran interés dentro de la línea de sencillez de las edificaciones, entre las que destacan la iglesia de San Pedro y San Pablo y la Casa del Gobernador.
La iglesia de San Pedro y San Pablo fue bendecida en 1770. Se trata de un edificio de nave única y capillas laterales. Bajo su pavimento existen tres bóvedas con sepulturas. La Casa del Gobernador es una edificación de dos plantas y cubierta a cuatro aguas. Desde el verano de 1993, después de ser rehabilitada, funciona un acogedor establecimiento hotelero que dispone de 14 habitaciones y es propiedad del Ayuntamiento de Alicante. Asimismo, vale la pena visitar el faro y la torre de San José.
Por otro lado, la isla de Tabarca alberga una notable Reserva Marina. Se trata de la primera reserva marina de España al ser declarada como tal en 1986. Es todo un refugio para la flora y fauna marinas. También sobresale la Cueva del Llop Marí que se encuentra en la vertiente meridional de la isla.
En lo que a la gastronomía se refiere, los platos más aconsejables son la paella marinera, el arrós a banda, el arrós negre amb calamar de potera, el suquet de l’Illa y el caldero tabarquino. Por último, en la Isla de Tabarca, las fiestas patronales se dedican, a finales de junio, a San Pedro y San Pablo, y el 16 de julio los pescadores honran también a la Virgen del Carmen.
Foto vía Absolut Alicante