Real Fábrica de Tabacos, un hito sevillano

La Real Fábrica de Tabacos de Sevilla  es un edificio erigido en piedra en el siglo XVIII, como sede de la primera fábrica de tabacos fundada en Europa, constituye una de las más formidables representaciones de la arquitectura industrial del Antiguo Régimen. Desde 1956,  alberga la sede del Rectorado de la Universidad de Sevilla y de diversas Facultades.

Con una superficie de casi 27.500 metros cuadrados, la Real Fábrica de Tabacos es uno de los mayores edificios de la historia de la arquitectura española. Su construccón se inició el 28 de septiembre de 1728 a las afueras de la ciudad de Sevilla. Las obras tardaron en concluirse má de cincuenta años.

Posee un cierto carácter híbrido al incorporar elementos de tradición medieval, renacentista, barroca y neoclásica. Una mixtura que tiene su explicación en la intervención de diversos ingenieros militares y arquitectos. Su construcción se debe principalmente a la labor de ingenieros militares procedentes del norte de Europ, quienes diseñaron el edificio anteponiendo la solidez estructural a cualquier otro factor.

Su interior contiene  un fuerte contraste de luces y sombras, al conjugar oscuros y frescos pasillos con soleados patios que en verano suelen cubrirse con toldos, para evitar el sofocante calor. El llamado patio de las Cuadras  se encuentra contiguo a la escalera principal y está presidido por un reloj de carillón que data de 1759.

También sobresale el patio de la Fidelidad, un rincón de estricto clasicismo vitrubiano que se inspira directamente en el piso bajo del Archivo de Indias. Su centro está presidido por una graciosa fuente diseñada en 1756, con caños y surtidores decorados a base de carátulas y angelotes.

Por su parte, la portada principal está presidida por la estatua alegórica de la Fama, que remate el vértice del frontón entre el rococó de jarrones de azucenas que evocan a la vecina Giralda.

Finalmente, destaca la azotea que fue usada en su tiempo como secadero de tabaco. Se halla salpicada de candeleros y pináculos troncopirámidales, obra de Cayetano da Costa. Las linternas datan de 1757 y servían para la iluminación de las frescas y oscuras salas, pasillos y escaleras.

Foto vía Sevilla5.com