Graus es un pintoresco pueblo de la provincia de Huesca (Aragón). Situada en la confluencia del río Isábena con el río Esera y es la capital de la Ribargoza. Es especialmente conocida entre los gastrónomos por ser la principal lonja nacional del mercado de la escasísima y cotizada trufa.
La villa es capital de una dilatada y fértil comarca trufera, por lo que, desde antiguo, es lonja y mercado nacional de tan preciado hongo culinario las noches de todos los lunes que dura la campaña de su recolección. Asimismo, son famosas las longanizas de la villa, así como dos platos típicos de la cocina local: las chiretas montañesas y el bacalao con patata de Graus.
Además de su bien cuidad Calle Mayor, uno de los rincones más atractivos de Graus es la Plaza Mayor, con porches y fachadas curiosamente policromadas. Destacan en ella edificios como la Casa Consistorial (siglo XVI) y la Casa de los Bardaxí. Cerca, se hallan la Casa de los Mur (siglo XVI) y la Casa Sola, ambas de notables interés arquitectónico.
Próximas al antiguo extrarradio se encuentran Casa Fantón y la puerta de Barbastr (1589). En su entorno se alza la iglesia parroquial de San Miguel, de primitiva fábrica románica, pero muy enmascarada por añadidos y remodelaciones posteriores. Conserva algunas tablas góticas (siglo XVI) y el crucifijo que, según la tradición, donó a la villa San Vicente Ferrer durante su estancia en 1415.
Sin embargo, el monumento religioso más visitado del entorno es el monasterio de la Virgen de la Peña, erigido entre 1538 y 1543 en una cavidad de la Peña del Morral, que domina la villa de Graus, al pie del lugar donde se ubicó su famoso castillo musulmán.
En los alrededores de Graus hay que visitar las orillas de los embalses de El Grado y de Mediano, el pantano de Barasona y el bello pueblo de Roda de Isábena.
Foto vía Web Municipal