Situada en el centro geográfico de La Mancha, Alcázar de San Juan es el punto en el que convergen las más típicas características que el viajero espera de esta región: recuerdos cervantinos, molinos de viento, historia, laboriosiad, buen vino y superior queso. Además, por su situación estratégica, puede ser un excelente punto de partida para realizar excursiones por las tierras del Quijote.
Alcázar de San Juan se halla al noroeste de la provincia de Ciudad Real, y se encuentra a 99 kilómetros de Ciudad Real y 150 kilómetros de Madrid, en el límite con la provincia de Toledo.
El núcleo primitivo de Ciudad Real estaba alrededor de lo que hoy es la plaza de Santa María y es el lugar por donde se debe iniciar la visita turística. La iglesia de Santa María la Mayor tiene su origen en el siglo XII y es de declarada parroquia en 1226. De inspiración románica, tiene diversos y sucesivos estilos que culminan en una gran reforma barroca. Destaca el camarín de la Virgen del Rosario, barroco de 1742, con yeserías, azulejos de Talavera de la Reina y un buen retablo. En el torreón predomina el estilo gótico.
En la calle de Santo Domingo se encuentra el Museo Municipal, que alberga una notable colección, de mosaicos romanos del siglo VI, procedentes de la excavaciones de la zona de Santa María, y otras colecciones de piezas arqueológicas y obras de bellas artes.
Además, hay que visitar la iglesia de Santa Quiteria, de 1567 y barroca-clasicista. También hay que entrar a la iglesia de San Francisco, parte del primer convento de franciscanos de Alcázar, de estilo gótico de transición y con un interesante coro. Otra iglesia digna de visitar es la de la Santísima Trinidad.
Diseminadas por la población se pueden encontrar ejemplos de casas manchegas como la del Conde de las Cabezuelas o la de Don Miguel Enríquez de Luna. Y, por supuesto, uno debe contemplar los molinos del cerro de San Antón y el cerro de la Horca, éste en el caso de Quintanar.
Por último, en Alcázar de San Juan, se deben probar sus pistos, asaditos, guiso de bodas, duelos y quebrantos y sus famosas tortas de Alcázar, hecha con leche, harina y huevo y que al sumergirlas en leche hervida con azúcar y canela da orign a la bizcochá.
Foto vía Casa Rural