En la provincia de Ciudad Real camino hacia Despeñaperros, el turista puede disfrutar de un itinerario con gratas sorpresas e ideal para conocer La Mancha. Empezamos la ruta por Manzanares, población típica manchega que cuenta con un pequeño oasis con desbordante vegetación tropical en su plaza Mayor que nos permite además admirar la bellísima portada plateresca de su templo, el Ayuntamiento y la popular casa del Santo.
Seguimos hasta llegar a La Solana. La inconfundible imagen de la torre más majestuosa de la provincia conduce a otra notable plaza Mayor. Asimismo, hay que visitar la ermita de San Sebastián, edificio gótico del siglo XIV donde puede admirarse una maravillosa techumbre mudéjar.
Luego, llegamos a San Carlos del Valle. Destaca una gran cúpula sobre las edificaciones bajas de un modesto caserío edificado dentro del plan de colonización de Carlos III. Además, se debe contemplar la plaza Mayor, la Casa Grande la Hospedería y la iglesia del Cristo.
A renglón seguido, nos toparemos con Villanueva de los Infantes. También aquí una torre nos orienta hasta la plaza Mayor, un lujo de enormes dimensiones con soportales y un artístico templo que centran un casco pleno de edificios cultos (iglesias, palacios) y populares (casas encaladas).
Seguimos hasta llegar a Valdepeñas, en la que debemos visitar su plaza Mayor y su templo parroquial que muestra una airosa torre y grandes contrafuertes que enmarcan una preciosa fachada gótica isabelina y la pequeña puerta de los Catecúmenos.
Luego, cerca de Santa Cruz de Mudela se llega a Las Virtudes que integra santuario y plaza de toros. Los orígenes del santuario se remontan al siglo XV y destacan su capilla, cúpula y camarín de exuberante decoración barroca. La singular plaza de toros está fechada en 1645.
Por último, en El Viso del Marqués, feudo del Alvaro de Bazán, Marqués de Santa Cruz, se leavnta un palacio renacentista siguiendo las ideas humanistas y los ejemplos de los príncipes italianos de la época.
Foto vía Pueblos de España