Hoy estamos en la antigua Wad al Hayara árabe, una ciudad no demasiado grande para ser capital de provincia, pero que nos va a permitir pasar un fin de semana descubriendo algo diferente. Porque no es precisamente del turismo de lo que vive Guadalajara. No se ven demasiados turistas por sus calles, o eso parece. Sin embargo, tiene muchas cosas que ofrecernos…
La primera visita ya comienza fuerte, pues se trata posiblemente del edificio más emblemático de la ciudad. El Palacio del Infantado, uno de los mejores ejemplos de arquitectura isabelina que tenemos en España. Se construyó a finales del siglo XV, y hoy alberga el Museo Provincial. Podéis pasar al interior, y ver el precioso Patio de los Leones, aunque tal vez lo mejor sea la colección del museo, con obras muy notables.
Al salir del palacio nos sumergimos en la Calle Mayor, una de las principales de la ciudad. Toda esta calle atraviesa el centro histórico de Guadalajara, por lo que si nos guiamos por ella iremos descubriendo muchos lugares de interés. Al lado del Palacio del Infantado tenemos la Iglesia de Santiago, construida en el siglo XIV.
Ahora sí bajamos la Calle Mayor para situarnos en el Palacio de los Mendoza, muy cerca de la Plaza Mayor, en la que se halla el edificio del Ayuntamiento. A la espalda de la casa consistorial tenemos la Iglesia de Nuestra Señora de la Antigua, en la plaza del mismo nombre.
Volvemos sobre nuestros pasos porque nos hemos dejado atrás otro de los grandes edificios de Guadalajara, la Concatedral de Santa María la Mayor, levantada en el siglo XIII tras la reconquista en lo que antiguamente era la vieja mezquita de Guadalajara. De todas maneras, tiene muchos detalles en su aspecto actual que pertenecen a siglos posteriores. Desde la concatedral, al otro lado del Arroyo del Barranco del Álamo, se puede ver la Torre del Alamín.
Ahora sí, volvemos de nuevo a la Calle Mayor, para terminar nuestra visita en las iglesias de San Nicolás, la de San Francisco y la de San Ginés. Os recomiendo entrar en la de San Francisco para visitar el Panteón de los Duques del Infantado.
Por último, podemos tomar el camino del Parque de la Concordia, situado junto a la Iglesia de San Ginés, para ir hasta el Parque de San Roque, desde el que se puede ver el Panteón de la Duquesa del Sevillano, ya a las afueras del centro histórico de Guadalajara.
Como véis, Guadalajara es una ciudad que tiene algunas cosas de interés, así que no deberíamos dejarla de lado a la hora de hacerle una visita, ¿no?.
Foto Vía Esacademic