Molina de Aragón es una localidad perteneciente a la provincia de Guadalajara (Castilla-La Mancha). Se encuentra a 140 kilómetros de Guadalajara y 195 de Madrid. Se trata de la población más pujante del Señorío, de donde es capital, y una de las más importantes localidades de esta provincia. El brillo alcanzado a lo largo de su historia le vino dado por su importante situación geográfica hast el punto de ostentar el rango de villa muy principal.
Queda todavía bastante en su trazado, sus plazas y la arquitectura de sus casas, por eso ya hace tiempo que fue descubierta por un turismo de fin de semana ávido de tranquilidad y belleza.
De trazado irregular, dominan Molina de Aragón su castillo y su puente románico sobre el río Gallo que da acceso a la villa. Por lo demás, estamos ante un lugar que ha sabido conservar el encanto de su arquitectura popular con casas presididas de grandes portales, amplios balcones y balcones de forja. En muchas destacan los escudos nobiliarios.
La iglesia de Santa Clara se encuentra adosada al castillo. De las iglesias más antiguas de Guadalajara, su origen nos remonta al siglo XIII. Presenta una única nave y su interior se resuelve arquitectónicamente mediantes arcos formeros apuntados que se abren con bóvedas de aristas.
Si primitiva es la iglesia, de la misma época es este castillo levantado en el siglo XII sobre los restos de un castro celtibérico. Conserva cuatro de las ocho torres que tenían en origen con más de 30 metros de altura. También se mantiene en pie el patio de armas. Pueden apreciarse igualmente restos del recinto amurallado que rodeó la ciudad a lo largo de toda la Edad Media.
Otro icono de Molina de Aragón es el puente sobre el río Gallo. Se trata de un bonito puente románico con tres arcos. Se le llama también Puente Viejo. Es un lugar ideal para realizar una magnífica fotografía de la localidad.
La visita a Molina de Aragón se completa con el convento-iglesia de San Francisco, la iglesia de Santa María La Mayor de San Gil, el Museo Municipal, el palacio de los Garcés y el palacio del obispo Díaz de la Guerra.
Por último, en Molina se trabaja especialmente bien tanto el mimbre como el bronce, éste en forma de imágenes En la pastelería El Manolongo es posible comprar todo lo más representativo de la ciudad y de la comarca en materi de dulces.
Foto vía Jorge Tutor