Arenas de San Pedro es un bella ciudad perteneciente a la provincia de Avila (Castilla-León), la capital de la comarca del Valle del Tiétar y se encuentra a 86 kilómetros de Avila.
Del caserío sobresale el castillo y la parroquia de la Asunción, así como la ermita de Cristo y el puente romano. Además, el tejido urbano se distribuye a un lado y otro del célebre y popular paseo de la Triste Condesa, por el que los areneses suben y bajan cotidianamente.
El castillo del Condestable Dávalos es conocido como el castillo del Triste Condesa en recuerdo de la esposa de don Alvaro de Luna que allí se encerró a llorar su muerte. Data de los siglos XIV y XV, quedando sólo sus murallas, tres torreones circulares y la poderosa torre del homenaje, cuyo interior está hueco y se utiliza para montar festejos.
La puerta del catillo da a la plaza del Mercado, adornada con una escultura de San Pedro de Alcántara; de allí sube la calle de la Triste Condesa, eje de la localidad. Luego, vamos hacia el río Arenal y su puente medieval de Aquelcabo desde donde se sitúa un sugestivo paraje, desde el cual se divisan perspectiva de serrranía, aguas, castillo y caserío.
Por allí comienza el barrio del Canchal que conserva en un estado más puro de la arquitectur original del casco viejo. El Canchal tiene la plaza del Canchal y la calle de Solomando como sus referencias inequívocas.
Cerca de la plaza del Canchal está la Plaza Mayor y allí la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, gótica de finales del siglo XIV. Su exterior es muy siemple, destacando la esbelta torre renacentista.
Además, hay que ver el palacio del desterrado infante don Luis de Borbón, llamado también de la Mosquera, que fue construido sobre plantos de Ventura Rodríguez a finales del siglo XVIII.
Por último, se debe contemplar la ermita del Cristo de los Rehajales, que se emplaza en el barrio de la Carrellana. La ermita ha sido restaurada no hace mucho, recuperándose sus pináculos góticos.
Foto vía Aquagest