Esta ruta por las zonas montañosas de la provincia de Avila une el atractivo de su interés ecológico con la presencia de notables obras artísticas. Gargantas, valles y altars formaciones graníticas nos sorprenderán a nuestro paso por pequeñas villas de creciente desarrollo turístico. Además, podremos disfrutar de la rica y variaga gastronomía abulense.
La ruta comienza en Avila de la cual salimos por la N-110, desde donde sucesivos desvíos a ambos lados de la carretera nacional nos conducen a pueblos que se extienden en la llanaura de vega del Adaja, como Muñuana, famosa por su notable chacinería, un hito que disfrutaremos de principio a fin.
Poco después, nos aguarda Villatoro, localidad con una bella iglesia parroquial y restos del castillo construido en el siglo XVI, y a renglón seguido, Bonilla de la Sierra, preciosa localidad enclavada en el valler del río Corneja entre un paisaje excepcional. En ella sobresalen el pintoresquismo de sus casas pardas, los restos de la muralla, el castillo (siglo XV) y la iglesia parroquial de San Martín, obra gótica erigida en el siglo XV.
Después, las próximas paradas son Piedrahíta, El Barco de Avila y prosiguiendo junto al curso del río Tormes, Hoyos del Espino, acceso al Espacio Natural protegido de la Sierra de Gredos. Este enclave presenta panorámicas sobrecogedoras, como la que se obtiene desde el circo de Gredos, con vistas a la Laguna Grande y al Pico Almanzor. El circo es un uan formación glacial rodeada por escarpadas cumbres sólo aptas para el paso de la cabra montesa.
Por último, una carretera comarcal nos conducirá a Navarredonda de Gredos, en cuyas proximidades está un señero Parador Nacional, antiguo pabellón de caza de Alfonso XIII y lugar ideal para el descanso del viajero.
Por lo tanto, os recomiendo cumplir esta ruta entre Avila y Navarrendonda de Gredos, de 119 kilómetros.
Foto vía Viajes con Encanto