Con sus 1.126 metros de altitud media sobre el nivel de mar, Avila es la provincia más alta de España. Avila ofrece una gran variedad de hábitats, paisajes y culturas, porque en el norte predomina la clásica meseta cerealista castellana, mientras que el centro es montañoso, con la sierra de Gredos como principal accidente. Y el sur, justo porque Gredos lo protege, goza de un clima tan mediterráneo que allí incluso florecen naranjos y limoneros.
La Sierra de Gredos es una impresionante mole de granito en la que los glaciares han tallado circos, gargantas, morrenas y ricos, aparte de que algunas de las aguas de aquellos hielos siguen atrapadas en zonas como la de las Cinco Lagunas. También la zona de los Galayos sobresale por las caprichosas formaciones pétreas que surgen allí.
Conviene visitar la zona que se abre en torno al Parador de Gredos. Cerca de allí, se halla el nacedero del río Tormes, en un paisaje de espesos pinares y praderas. Además, hay que acudiar a Hoyos del Espino, desde donde sale una pista que enlaza con la Trocha Real, que lleva hasta la Laguna Grande y el Charco Esmeralda, al pie del Circo de Gredos. Allí se debe comtemplar el pico Almanzor, techo del macizo central con sus 2.592 metros y Galana con 2.62 metros.
El valle del Tiétar está situado tan al sur de la provincia que durante muchos kilómetros el curso del río Tiétar hace de frontera con Toledo. Cuenta con un clima templado tanto que se le conoce como «La Andalucía de Avila». Desde naranjos, olivos y vides hasta frutales y huertas, el paisaje ofrece todo tipo de colores con el verde como base. La capital de Arenas de San Pedro.
Ya sea por las laderas de Gredos o ambas orillas del Tiétar, hay magníficas excursiones por hacer, aparte de que el río se está recuperando con fines turísticos y abundan los lugares preparados para el baño: son las llamadas piscinas naturales.
Por último, sobresalen la cueva del Cerro del Aguila, una gigantesca oquedad en la que a a lo largo de un paseo de un kilómetro practicado en su interior se pueden ver infinidad de estalactitas y estalagmitas; y Candeleda que sorprende por sus calles sombreadas con palmeras y naranjos y la personalidad de su casco viejo.
Foto vía Escapadas de fin de semana