Medina del Campo se halla en el suroeste de la provincia de Valladolid y a a 46 kilómetros de la ciudad pucelana. Se encuentra a 720 metros de altura a orillas del río Zarpadiel. Es un nudo clave de comunicaciones y un importante centro comercial.
Su origen se remonta a tiempos prerromanos, con los árabes alcanzó cierta importancia y consiguió su mayor esplendor en la Edad Media debido a las ferias ganaderas. Por ejemplo, Isabel la Católica murió en Medina del Campo en 1504.
El monumento más importante de Medina del Campo es el Castillo de la Mota. Se trata de una imponente fortaleza gótico-mudéjar concluida en el siglo XV y minuciosamente restaurada en 1940. Posee una magnífica torre de homenaje, un atractivo patio de armas y notables estancias interiores, entre las que destacan la capilla y el tocador de la Reina. Desde 1904, es Bien de Interés Cultural.
En la amplia Plaza Mayor se alza la Colegiata de San Antolín, templo del gótico-tardío construido entre los siglos XVI y XVII. Alberga un notable retablo mayor, varias obras valiosas en sus bonitas capillas, la sillería del coro y un fabuloso órgano. Custodia el Pendón de los Reyes Católicos.
Junto a la Colegiata, se encuentran el Ayuntamiento, edificio barroco del siglo XVII, y el Palacio Testamentario, donde Isabel la Católica dictó su última voluntad.
Además, llaman la atención otros edificios civiles y religiosos. En la plaza del Pan, está el Palacio de los Dueñas, construcción renancentistas del siglo XVI. Cerca se eleva la Iglesia de Santiago, prototipo de los templos de los jesuitas. Completan la visita los conventos de carmelitas, agustinas y dominicas; el hospital de la Concepción; y la Iglesia de San Miguel.
Por último, cada domingo se celebra la secular Feria del Ganado y el mercado en Medina del Campo. Además, esta bella localidad castellana cuenta con una rica gastronomía en la que sobresalen el tostón o lechón asado, el queso y las célebres cocadas (dulces).
Foto vía Jorge Tutor