El Palacio de la Música Catalana es un maravilloso auditorio de música ubicado en la calle Sant Pere més Alt en el barrio de la Ribera de Barcelona (Cataluña), Fue proyectado por el reputado arquitecto barcelonés Lluís Domènech i Montaner, uno de los principales representantes del modernismo catalán.
Se puede visitar a diario entre las 10.00 y las 15.30 horas. Se recomienda reservar la visita con una semana de antelación. Se trata de una joya del modernismo barcelonés que engancha de principio a fin a los visitantes.
Este edificio, además de gran palacio de la música, es un sublime derroche modernista de cerámicas, esculturas y vidrieras. Se trata de la única sala de conciertos iluminada con luz natural en el continente europeo.
Esta obra de Lluís Domènech i Montaner, construida sobre el solar de un monasterio desaparecido en el siglo XIX, se concluyó en 1908. Si bien se han realizado varias amplicaciones, el edificio todavía conserva su aspecto original.
Desde la calle no se puede apreciar la complejidad de la fachada de ladrillo rojo, que se sustenta sobre suntuosos pilares cubiertos de mosaicos y se completa con bustos de Palestrina, Bach y Beethoven. Asimismo, el conjunto escultórico de San Jorge, ubicada en la esquina del edificio, es una preciosa alegoría de la música popular catalana, obra de Miguel Blay.
No obstante, lo más bonito es el interior, iluminado por una gran vidriera emplomada, decorada con ángles cantores. El arco del proscenio cuenta con dos esculturas de Wanger y Calvé, diseñadas por Doménech y terminadas por Pablo Gargallo.
Del telón de fondo del escenario aparece un conjunto escultórico compuesto por 18 musas que tocan diferentes instrumentos musicales. La obra de Josep Anselm Clavé se finalizó en 1891 con la creación del Orfeó Catala, alma del nacionalismo catalán e inspirador de este auditorio.
Aunque el Orfeó tiene ahora su sede en L’Auditori, ubicado en la Plaza de las Glorias, casi todas las noches se programa un concierto en el Palau; encima, organiza actuaciones de jazz, festivales de guitarra y orquestas sinfónicas.
Por último, tras la restauración de Oscar Tusquets, el Palacio de la Música Catalana comenzó una nueva etapa en su historia. Se le ha añadido una nueva sala de conciertos subterránea, así como un escenario al aire libre.
Foto vía Wikipedia