La provincia de Tarragona cuenta con numerosos atractivos, pero su mayor icono es el Delta del Ebro, todo un espectáculo natural y visual. Uno de los lugares que dejan huella a quien lo visita. Por ello, os recomiendo un recorrido desde Alcanar hasta La Cava a lo largo de 57 kilómetros. Se trata de un ruta accesible para todos y que se puede realizar en una jornada.
Este recorrido se va a desarrollar por uno de los accidentes geográficos más significativos de la costa mediterránea española: el delta que a lo largo de los siglos han ido formando los sedimentos transportados por el río Ebro.
Se parte de Alcanar, el último pueblo de Catalunya y muy próximo a la frontera con la provincia de Castellón, en dirección a San Carles de la Rápita. Desde allí se accede a un nuevo paisaje, una extensa llanura de tierra y agua que conforma el Parque Natural del Delta del Ebro, el mayor humedal catalán.
Se trata de una de las reservas más importantes de Europa, donde anidan multitud de aves migratorias, como los ánades reales o el bello pato cuchara, flamencos, cormoranes y la garza más original, el avetoro, verdadera joya de este parque natural catalán.
La ruta prosigue por Sant Jaume d’Enveja, y ya en Amposta, la capital del Delta del Ebro, podemos observar los resto de su castillo medieval, sus típicas calles y su atrevido puente colgante sobre el río Ebro que permite cruzar a la otra orilla para dirigirse a La Cava. Este puente fue levantado a principios del siglo XX y reconstruido después de la Guerra Civil.
La Cava es un pequeño y pintoresco pueblo rodeado de cabañas de estilo valenciano donde se puede tomar el transbordador hasta la misma desembocadura del río Ebro, y desde el que se contempla una impresionante panorámica de las arrozales y huertas de la tierras del Delta.
Foto vía Portal del Medio Ambiente