Alburquerque es un municipio de la provincia de Badajoz (Extremadura). Alburquerque está enclavada en la Sierra de San Pedro, al noroeste de la provincia pacense, muy próxima a Portuga. Dista 46 kilómetros de Badajoza y 101 kilómetros de Mérida.
La enorme mole del castillo medieval y los sucesivos recintos amurallados que lo protegen dominan el núcleo urbano de esta antigua plaza fronteriza y la confieren personalidad.
Al abrigo del castillo, la parte más antigua de la villa se agrupa en torno a la iglesia de Santa María del Mercado, así llamada porque en su atrio se instalaba el zoco público al que afluían judíos, cristianos y musulmanes. Se trata de un templo en el que predomina el estilo gótico, aunque la presencia de elementos románicos en el prebisterio implica la existencia de una edificación anterior.
Desde la iglesia se acceder al castillo de Luna superando los recintos amurallados. El primero de ellos, conocido como recinto de los Portugueses, data de la dominación lusitana de principios del siglo XVIII. La potente torre de Homenaje pertenece a la época de Álvaro de Luna (siglo XV). En el flanco norte se alza la iglesia de Santa María de las Reliquias, obra gótica (siglo XV) con restos del románico tardío. Está cerrado al culto.
Por otro lado, el paseo por las calles de la Villa Adentro, correspondiente al interior del antiguo recinto amurallado, permite observar interesantes edificios civiles del siglo XV, con portadas ojivales y blasones en las fachadas.
El otro barrio, la llamada Villa Afuera, es la zona de expansión urbana. La iglesia parroquial de San Mateo (siglos XVI-XVII) frente a la puerta de la villa, mezcla elementos ojivales, renacentistas y barrocos.
Por último, otros edificios destacados de Alburquerque son el convento de San Francisco (siglo XVIII), que conserva el claustro con arcos de medio punto sobre dobles columnas, y la ermita de la Soledad (terminada en 1717), con portada de cantería.
Foto vía Manu Alburquerque