La muralla romana rodea el casco histórico de Lugo, una preciosa ciudad perteneciente a Galicia. Hoy en día continúa cautivando por su magnitud, no en vano es el recinto defensivo de aquella época mejor conservado en todo el mundo. Esta muralla fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2000. Encima, desde el 2007, está hermanada con la Gran Muralla China.
La antigua ciudad romana se llamó Lucus Augusti, y fue fundada por Paulo Fabio Máximo en el año 13 antes de Cristo, en la época del emperador Octavio Augusto. Entonces, se levantó un muro de defensa que ha perdurado, con escasas reformas, hasta la actualidad.
La muralla romana de Lugo rodea un perímetro de algo más de 2.100 metros de largo en el que se suceden 72 cubos enteros; el aparejo es de lajas de pizarra con sillares graníticos de refuerzo en algunas puertas, la altura media oscila desde los 10 a los 15 metros, y el remate de los torreones se ha perdido, salvo un arranque con dos vanos en los cubos da Mosqueira, próximo a la puerta de San Pedro.
Entre las 10 entradas actuales hay que destacar la Porta Miñá o del Carmen, de aspecto antiguo, utilizada por los peregrinos jacobeos; la Nova, muy reformada, que daba paso a la vía hacia el faro coruñés; la de San Pedro o Toledana, enfilada en dirección a Asturica; la de Santiago; y la Falsa.
A causa de la excesiva altura de los nuevos edificios circundantes, ya no se divisan las preciosas panorámicas de antes desde su paseo de ronda. Solamente en el tramo entre la catedral y la puerta del Obispo Odoario se conserva cierta perspectiva.
Junto a la Porta Miñá puede visitarse Lvci Imago, una sala municipal con exposición permanente sobre el Lugo romano, acondicionada en el antiguo matadero, en donde existen diversas piezas arqueológicas.
Por útimo, el Lugo romano ofrece una sobresaliente cita en la Casa dos Mosaicos que nos permite ver los cimientos de una vivienda y un vídeo explicativo que alude al famoso mosaico de Batitales, aquí hallado.
Foto vía Dime donde ir