Teguise es un pueblo bonito, demasiado bonito, casi perfecto. Pertenece a la provincia de Las Palamas, en las islas Canarias, y situado en el centro de la isla de Lanzarote. Teguise, conocida popularmente como «La Villa», fue la capital de Lanzarote hasta el traslado en 1847 de la sede a Arrecife.
Teguise es un conjunto histórico-artístico fundado por Maciot de Bethencourt, sobrino de Jean el Conquistador. Además, fue una de las primeras pueblas europeas en las islas Canarias. Hoy en día, Teguise es un destino turístico de primer orden y cada año recibe miles y miles de visitantes llegados de todo el mundo.
Empezamos la visita por el Castillo de Guanapay. Se trata de uan fortificación cuatro veces reconstruida, la última vez en 1989, que desde sus 425 metros domina Teguise y buena parte de la isla. Fue levantado en 1551 por Sancho de Herrera y sobre el volcán de momento apagado (el Guanapay). Su interior acoge el museo del Emigrante.
También sobresalen la casa Marqués de la Herrera, reconstruida en los siglos XIX y XX, pero que debió ser un palacio importante; y el palacio Spinola, que fue construida entre 1730 y 1780, y que desde 1989 es la residencia oficial de la Presidencia del Gobierno de Canarias en Lanzarote.
Por otro lado, llaman la atención dos interesantes conventos. El convento de Santo Domingo fue fundado gracias al dinero aportado por el capitán Rodríguez Carrasco en 1698. Contiene dos valiosos retablos, el de Nuestra Señora de Gracia y el de Nuestra Señora del Rosario. El convento de San Francisco de Miraflores erigido a finales del siglo XVI. Del complejo conventual, varias veces saqueado por corsarios y piratas, sólo ha aguantado la iglesia donde se encuetnra el Museo de Arte Sacro. Asimismo, no hay olvidarse de la iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe.
Por último, los domingos por la mañana se monta un animado mercadillo y es un importante fodo de atracción para el turismo lanzaroteño. Se pueden adquirir productos de artesanía, regalos, ropa, hierbas, miel, queso lanzaroteño, etc.
Foto vía Easy Viajar