Haro es una ciudad situada al noroeste de La Rioja y a orillas del río Ebro (en su confluencia con el río Tirón). Se encuentra a 46 kilómetros de Logroño y 48 de Vitoria. Haro es la cabecera de su comarca homónima y la población más importante de la denominada Rioja Alta. Se trata de una localidad con mucho ambiente, especialmente en primavera y verano, y merece algo más que un alto en el camino.
Además de visitar sus bodegas (López de Heredia no debe faltar en nuestro itinerario), recomiendo vivamente callejear por su señorial casco antiguo, declarado Conjunto Histórico-Artístico, y admirar sus casonas blasonadas.
Con acceso desde la plaza de la Paz, la zona más antigua de Haro, conocida como la Herradura, bine merece un paseo relajado. Edificios singulares son el barroco palacio de los Condes de Haro del siglo XVII, y el plateresco palacio Paternina del XVI. Del palacio de los Condestables sólo quedan las ruinas, entre las que se puede distinguir un reloj de sol. Además, hay que fijarse en el Ayuntamiento, construido durante el reinado de Carlos III.
Por otra parte, los edificios religiosos también sobresalen en Haro. La iglesia de Santo Tomás comenzó a levantarse a los pies del cerro de La Mota en el siglo XVI, bajo el patrocinio de los Condestables de Castilla, y sus obras se prolongaron hasta principos del XVII. Fue declarada Monumento Nacional.
Además, llama la atención la Basílica de Nuestra Señora de la Vega que se ha dedicado a la patrona de Haro, la Virgen de la Vega. Su construcción inicial obedece a la leyenda por la cual la imagen de la Virgen fue encontrada justo en este lugar. Ampliada sucesivamente a partir de un edificio del siglo X, la construcción, que puede verse actualmente, iniciada en 1703, data de la época barroca.
Por último, Haro hace honor a su título como capital vinícola de la Rioja Alta gracias a sus magníficas bodegas (López Heredia, Muga, Bodegas Bilbaínas, CVNE y Ramón Bilbao) y el Museo del Vino de la Rioja.
Foto vía Escapada Romántica