Madrid es una urbe repleta de parques y jardines. Muchos turistas se sorprenden de la gran cantidad de hectáreas verdes que se encuentran cuando llegan a la capital. Uno de los más desatcados por su belleza, su amplitud y su ubicación es el Parque del Oeste.
Pasear por este pulmón verde madrileño es toda una experiencia. Se trata de uno los más bellos rincones de Madrid, ideal para relajarse después de una agotadora jornada de trabajo o para visitarlo en medio de una ajetreada agenda de turista.
El Parque del Oeste se encuentra entre la zona de Plaza de España y la Ciudad Universitaria pasando por los barrios de Argüelles y Moncloa. Se puede llegar al parque desde varios lugares bien a pie, en Metro (Plaza España, Argüelles o Moncloa), en diferentes autobuses e incluso a bicicleta toda vez que sus senderos son muy utilizados por los ciclistas.
El Parque del Oeste se comenzó a erigir en 1893. Doce años después, se inauguró la primera fase con 87 hectáreas entre las actuales calles de Moret y Séneca, más un Paseo de Coches, hoy en día conocido como el Paseo de Camoens. Desde 1906, se siguió con la ampliación del parque hasta la zona del Cuartel de la Montaña; se levantó en paralelo al Paseo del Pintor Rosales.
Durante la Guerra Civil española, el Parque del Oeste fue escenario de la Batalla de la Ciudad Universitaria. En la actualidad, todavía pueden verse diversos búnkeres en el extremo norte del parque.
Entre 1956 y 1973, el Parque del Oeste adquirió su fisonomía actual al ocupar los terrenos del Cuartel de la Montaña, erigir La Rosaleda y el Parque de la Montaña, en el que se ubicó el Templo de Debod.
Por último, dentro del Parque del Oeste, se encuentran estos lugares interseantes: labella Rosaleda, el Templo de Debod, el Teleférico que va a la Casa de Campo, el Templete de Música, el Cementerio de La Florida, la Fuente de Juan de Villanueva o el Monumento a Goya.
Foto vía Jardineria Pro