La Colegiata de San Isidro se halla en calle Toledo, 37, en Madrid, la capital de España. Fue la catedral provisional de Madrid hasta que en el año 1993 la Catedral de la Almudena abrió sus puertas. En ella se guardan con sumo cuidado los restos mortales del patrón de Madrid, San Isidro Labrador, y su esposa, Santa María de la Cabeza.
Esta colegiata fue erigida por la orden de los jesuitas en el siglo XVII. Es un ejemplo espléndido del barroco madrileño. Su proyecto se inspiró en la Iglesia de Il Gesú de Roma y sirvió de referencia para los posteriores templos jesuitas en el territorio nacional. Junto a ella se levantó el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús en donde estudió el reputado escritor Lope de Vega.
Después de la expulsión de los jesuitas (1767), la iglesia se convirtió en colegiata y dos años más tarde se trasladaron las reliquias de San Isidro, que se conservan en una arca de oro y plata, y su mujer. El arca está bajo el retablo mayor, en el que se puede observar la imagen del santo rodeado de ángeles.
La Colegiata de San Isidro presenta planta de cruz latina, con capillas, cúpula y crucero. En la fachada de estilo dórico se contemplan un escudo de la emperatriz María y esculturas de varios santos, y aparece rematada por dos torres campanario y una cúpula que se alza sobre el crucero.
En el siglo XVII, Ventura Rodríguez remodeló bastante el templo, especialmente, en el aspecto decorativo. Durante la Guerra Civil, el edificio se incendió lo que provocó el hundimiento del casquete y la linterna de la cúpula; además, se perdieron numerosas obras de arte. Se reconstruyó durante los años siguientes.
En su interior, sobresalen sus capillas con tallas y pinturas de los siglos XVII y XVIII y de autores como Claudio Coello, Sebastián Herrera y Francisco Ricci.
Por último, se puede visitar de lunes a sábado desde las 7.30 horas a la 13.30 por la mañana, y desde las 18.00 a las 21.00 horas; y los domingos de 8.30 a 14.30 y 17.30 a 20.30 horas. El acceso es gratuito.
Foto vía Madrid Budget Travel Guide