Fitero es una villa y un municipio perteneciente a la Comunidad Foral de Navarra, ubicado en la merindad de Tudela, en la Ribera de Navarra y a 105 kilómetros de la capital de la comunidad, Pamplona, y a unos 20 kilómetros de Tudela. Su población roza los 2.400 habitantes.
Fitero es una villa fronteriza con la comunidad de La Rioja que conserva varias casonas nobles y dependencias del monasterio de Santa María la Real (siglos XII-XIII), cuyo primer abad, San Raimundo, fue fundador de la Orden de Calatrava.
Hoy en día, el monasterio es un conglomerado de edificaciones de diferenetes épocas, quedando entre las medievales la iglesia y la sala capitular. La iglesia es una de las mayores y más importantes del Císter español, en la que destacan la girola, la sala capitular, el presbiterio, el retablo mayor, el relicario de San Blas. las cinco capillas absidales (sobre todo, la capilla barroca de la Virgen de la Barda).
Además, durante la visita a Fitero se puede visitar la Cueva de la Mora (título de una célebre leyenda de Bécquer), los Baños de Fitero, la plaza de toros (1897) y el Castillo de Tudején. Sobresalen los Baños de Fitero, un centro termal que se remonta a la época romana. Constan de dos balnearios: el virrey Palafox (virrey de Nueva España que nació en Fitero en el año 1600) o Baño Viejo, que alberga restos de los termas romanas; y Gustavo Adolfo Bécquer, donde el famoso poeta se alojó durante un tiempo o Baño Nuevo.
En cuanto a la gastronomía, resultan numerosos los productos típicos de Fitero, no obstante de entre todos sobresalen las Tejas de Fitero y las Glorias del Císter. Además, destacan sus vinos, sobre todo, el rosado. Son típicas las empanadas, panes de aceite rellenos de huevo duro, carne (conejo especialmente) y ajos tiernos. Por último, hay que degustar las tradicionales papachas (torrijas) y las hojuelas (pastas de Semana Santa).
Foto vía Patrimonio de Navarra